[ INFO ]| [ VJ CONSOLE ] | [ CONCERTS ] | [ INSTALACION ] | [ DOWNLOAD AUDIO ]

- - - - -

34s56w / TEMPORAL DE SANTA ROSA
INSTALACIÓN
13 de Noviembre al 27 de Diciembre 2008
+CUBO / CCE, MONTEVIDEO, URUGUAY

- - - - -

Brian Mackern y el arte atmosférico
34s56w.org/xtcs/temporal de santa rosa

La primera noticia del Temporal de Santa Rosa de Brian Mackern, fue un cd con una selección, presentada en 20 tracks, de los registros de la interferencia eléctrica [radioestática] ocasionada por el temporal de Santa Rosa en diversas radiofrecuencias. El ordenamiento de los tracks guardaba relación con la magnitud creciente de los niveles de ruido en los canales de comunicación. Las grabaciones fueron realizadas entre el 20 de agosto y el 8 de septiembre del año 2002, en Montevideo-Uruguay.

En la página web 34s56w.org/xtcs/temporal de santa rosa, se toma contacto con la animación construida con las imágenes de los satélites meteorológicos del mismo período, también integradas a esta muestra.

Lo que ahora se presenta en el Cubo es una obra de inmersión. El discurso sucesivo del cd se ha disuelto en mezclas simultáneas y aleatorias. El Temporal de Santa Rosa ha sido capturado, al menos parcialmente. Su fantasma electrostático penetró a través de hendijas técnicas hasta alcanzar la profundidad de nuestra cultura del abrigo. Un retazo del afuera se ha instalado irreversiblemente en la esfera doméstica.

 

diagrama

 

Meteoros e intemperie

“Los sabios pueden predecir un eclipse, pero no pueden predecir si podrán verlo.”
Michel Serres [1]

Los meteoros no son el clima. Por el contrario, son fenómenos que sacuden las regularidades del clima. Un temporal es un accidente. Durante mucho tiempo, la ciencia buscó refugio en las constantes, repeticiones y continuidades, fundamento de legalidades universales. El azar, el caos y la contingencia, en su molesta irregularidad (poco amiga de la razón cogitante), fueron convidados de piedra en el festín físico-matemático de una humanidad que progresaba (hacia y desde la gran empresa) según principios científicos experimentales, objetivos, universales, dinámicos y deterministas. 

Lo que los antiguos llamaban meteoros —del griego: “suspendido en el aire”— (viento, lluvia, nubes, temporales, etcétera), eran problemas que preocupaban, más que nada, a campesinos, marineros y exploradores, es decir aquellos que debían moverse en la intemperie, fuera de la comodidad del hogar o del laboratorio.

La mayoría de los meteoros irrumpen para cuestionar las visiones idílicas que solemos hacernos de la naturaleza. Su furia e indiferencia desafían su imagen-estereotipo como paraíso paisajístico.

Nuestra propensión al hábito también quiere domesticar la tormenta. Ella resiste; aún así, insiste en volver. La bautizamos con el santoral. Queremos fijarla, hacerla familiar, liberarla del pecado de inhumanidad. Prevemos sus visitas, incluso esperamos que llegue puntual a la cita. Le asignamos una biografía mientras la nuestra queda enlazada, mojonada, a menudo lastimada, con las veleidades de su pasaje. La inclemencia de los meteoros se conoce en profundidad, sobre todo cuando nos  toma por sorpresa.

 

El Temporal Mackern: interferencia e inmersión

“El arte es viento, viento en la cabeza.”
Julian Beck [2]

El procedimiento de Brian Mackern descubre la tormenta molecular. Ésta no responde a su aspecto molar habitual. No hay viento agitando ramas, ni hojas que vuelan. No se trata del temporal del que se huye en busca de refugio. Antes bien, explora su manifestación como interferencia, es decir el espíritu eléctrico que buscan conjurar los ingenieros abocados a la transmisión de señales. El temporal devenido espectro invisible, llega del más allá inhumano como invasor corrosivo de la esfera de interioridad telecomunicativa, modelada técnicamente.

El Temporal de Santa Rosa aparece como un ready-made natural e incorporal. Su ser estaba listo para emerger ante un pequeño pero abismal cambio de perspectiva. Su registro otorga visa de residencia artística al elemento residual y distorsivo del fundamento comunicacional. MacKern invita al elemento molesto a pasar a la sala y le hace un sitio en la reunión familiar.

Tal nivel de explicitación del fenómeno indeseado es tanto una domesticación del afuera, como una subversión del adentro. La inmersión en el campo micrológico y molecular es una verdadera tempestad para usuarios habituados a rutinas de confort y superficie.

Si la sociedad contemporánea puede ser vista como una mega instalación en la que los medios de comunicación y transporte producen interioridad y disponen los tensores para su cohesión espumosa, la  obra de Mackern goza de un humor poco inocente al colocar el ruido en el lugar de la señal. Esto supone la emergencia del fondo al primer plano ocupado, normalmente y en términos visuales, por la figura. Lo atmosférico, difuso, implícito y simultáneo aparece en lugar de lo objetual, claro, distinto, explícito y sucesivo.

xtcs/temporal de santa rosa, vuelve a extraer la electricidad de la naturaleza para hacerla explícita por medio del registro.  Recordemos que fue bautizada por Tales de Mileto al constatar que frotando un trozo de ámbar (elektron), se producía la atracción de cuerpos livianos debido a la energía electrostática. La intuición del sabio de Jonia propició la emergencia de la electricidad de su trasfondo natural.

Las imágenes satelitales tratadas nos devuelven una visión casi imposible. Claro que en ellas resuena el informativo meteorológico al que estamos habituados. Pero aquí, en medio de la obra, el pronóstico indica ruidos que invaden cualquier ideal transparente de comunicación.
El meteoro —lo “suspendido en el aire”— puesto aquí en consideración, podría ser un indicio de disonancias que, más allá de la sensación termoeconómica del 2002, nos hablan del un clima transcultural de inseguridades de fondo. En este sentido el artista aparece interviniendo justo allí donde reside el fundamento del mundo como globalización telecomunicativa.

El temporal es ahora un remolino gaseoso, objetivado sobre un esquema cartográfico que nos recuerda que “el mapa no es el territorio”. Como un Magritte pos alfabético del siglo XXI, no necesita inscribir el texto de “esto no es una tormenta”. Y no lo necesita porque el procedimiento de la instalación opera un trastocamiento adicional. El mismo guarda cierta relación resonante con el utilizado por Velázquez en las Meninas, aunque —ciertamente— por otros medios. Michel Foucault lo describía así:

“El pintor sólo dirige la mirada hacia nosotros en la medida en que nos encontramos en el lugar de su objeto (…) Acogidos bajo esta mirada, somos perseguidos por ella, remplazados por aquello que siempre ha estado ahí delante de nosotros: el modelo mismo. Pero a la inversa, la mirada del pintor, dirigida más allá del cuadro al espacio que tiene enfrente, acepta tantos modelos cuantos espectadores surgen; en este lugar preciso, aunque indiferente, el contemplador y el contemplado se intercambian sin cesar. Ninguna mirada es estable o, mejor dicho, en el surco neutro de la mirada que traspasa perpendicularmente la tela, el sujeto y el objeto, el espectador y el modelo cambian su papel hasta el infinito”. [3]

Ocurre que aquí no hay cruce evidente de miradas. Por supuesto que no hay tela, caballetes o pintores a la vista. Ni siquiera constatamos presencias humanas con las que identificarnos, ni modelos o sujetos ocupando posiciones. Por el contrario, la anécdota des-concentrada abre camino a formas y texturas de tipo rizomático. El carácter envolvente de la obra —propio del espacio acústico— no privilegia los vectores de visibilidad.

El aspecto consonante con el procedimiento-meninas estaría relacionado con el lugar del espectador como fuente de interferencia. La obra lo incluye mediante una cámara que detecta su presencia y la intensidad de sus movimientos. Esta información se traduce en tiempo real en modificaciones tanto de la mezcla de audio como de las imágenes.

Si bien no tenemos modelos reales, cada espectador es colocado en el ambiguo lugar abierto por la obra. En la instalación, la tormenta es la señal y cada uno de nosotros no puede participar sin producir, al menos en algún momento, niveles de interferencia. El usuario mismo ha devenido fuente de interferencia. Él es ahora un temporal innominado y aleatorio que con intensidad diversa aporta a la obra los caudales de su propia turbulencia.

Desde el comienzo, xtcs/temporal de santa rosa, fue colgado en Internet y se convirtió en una cantera de sonidos para otros artistas. Flangers, delays, chorus y un sin fin de efectos, forman parte de la riqueza de texturas, ritmos y timbres de los registros naturales y crudos. Las sonoridades recogidas por Mackern poseen el atractivo y la magia de un mantra extático, lleno de sinuosidades hipnóticas. Samples del temporal aparecen retrabajados y resituados en innumerables obras de artistas entre los que se encuentran Federico Deutsch, Jorge Haro, Dick el Demasiado y Jorge Drexler.

La incorporación de tecnología bluetooth a esta instalación, permite el envío automático, de una estampita de Santa Rosa con la que usted acaba de ser bendecido en su celular.

Gabriel Galli

 


[1] Michel Serres. El nacimiento de la física en el texto de Lucrecio. Caudales y turbulencia. Pre-Textos. Valencia, 1994.

[2] Extracto del catálogo de la exposición-instalación de Octaedro en la Alianza Uruguay-EEUU. Montevideo, 1980

[3] Michel Foucault. Las palabras y las cosas. Editorial Planeta. Barcelona 1984.

 

- - - - -
Brian Mackern
http://34s56w.org

Es uno de los artistas contemporáneos más importantes de nuestro país. Su trabajo abarca un amplio espectro del quehacer artistico: diseño, programación, hackeo neuronal, tejido de redes productivas, elaboración, intervención y subversión de interfases, son palabras imprecisas para describir su incesante actitud creativa, imposible de apresar por pensamiento categorial alguno.

El trabajo de Brian se orienta hacia la exploración de nuevas tecnologías para producir experiencias estéticas, a menudo interactivas, con un alto componente lúdico que desafía los preconceptos y, aún subliminalmente, provoca un desfasaje productivo en el usuario y/o espectador.

- - - - -
Gabriel Galli Danese

Es psicólogo, docente y crítico cultural. Es Profesor Adjunto de Psicología Social en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la UdelaR. En dicho centro, también lleva adelante el Seminario "Elementos para una teoría de los medios", así como "Radiolab", un laboratorio de formación, investigación y experimentación en radio. En el medio radial, realizó el diseño de producto de Urbana FM. Desarrolló los programas "Caosmos" (X FM), "Nómades" (El Espectador 810 y X FM), "Lo mismo que hacemos todas las noches" (Sarandí 690). En la actualidad es director de "Radiochicas" (Océano FM 93.9). Publicó el libro Caosmos (Ediciones de Antes, Montevideo, 1998).

- - - - - - - - -

download Flyer/Desplegable CCE [pdf]

- - - - - - - - -

>>> Ver Prototipo del Reactivo / Hay que habilitar el uso de la webcam <<<

- - - - - - - - -

Registro Fotográfico

bluetooth

- - - - - - - - -

Registro de Video de la Instalación

- - - - - - - - -

[ INFO ] | [ VJ CONSOLE ] | [ CONCERTS ] | [ INSTALACION ] | [ DOWNLOAD AUDIO ]